lunes, 9 de mayo de 2011

¿Por dónde iba...?

Patience II

De todas las cosas que mantienen ocupada mi desatención y que permanecen a la deriva entre mis inactividades diarias, es esta la que me gustaría rescatar en primer lugar.

¿Por algún motivo especial? Bueno, creo que el elemento "acojone" sería de especial mención a estas alturas. Ya hay un asiento en un avión para España que lleva mi nombre, por lo que ya puedo rodear en rojo, y sólo en rojo, el 6 de Julio en el calendario. Ese es el día en que todo esto se acaba, por lo menos para mí. Menos de dos meses para exprimirlo y a veces se me olvida la razón por la que comencé a escribir esta bitácora: la falta de seguridad en mi memoria. Va siendo hora de seguir asegurando algunas experiencias y recuerdos.

Al igual que ya escribí un día aquello de "y la nieve llegó a Bergen...", podría empezar la avalancha de palabras que se avecina con algo por el estilo de "y el buen tiempo llegó a Bergen...". Sí, podría hacerlo si no tuviese que rebobinar hasta enero.

Bergen estaba poco más o menos como lo dejamos: con un frío pelotino, de nieve hasta las trancas y mucho hielo, sobre todo hielo. Hubo oportunidad de usar el trineo (¿qué menos estando en Noruega?) por las laderas de Gamlehaugen. Y, aunque Bergen estaba de un bonito de mírameynometoques, he de decir que la misma nieve que en Octubre nos hacía ilusión ahora empezaba a tocarnos un poco los cojonzuelos.

Februar i Bergen


Con Febrero retomamos la ya tradición de disfrazarnos la inmensa mayoría de los viernes, para no perder las buenas costumbres. Aquí he de dar una vez más las gracias por la que montaron (se me quedaron rojitas las orejas)...



... y las que montamos, con distinta forma ("Aerobic Party", "Ski Party", "Carnival Party", "Pirate Party", "Viking Party", ...), pero misma esencia:




Empezamos también a hacer cosas pendientes. Ver una película en un cine noruego, jodernos las rodillas esquiando en la montaña, restar el Rundemanen a la lista de las siete montañas de Bergen (¡ya sólo quedan tres!), hacernos resonancias magnéticas cerebrales en pos de la investigación y la ciencia noruegas, abrir la puerta de alguien a base de martillo y destornillador con ese alguien dentro,... lo que viene siendo normal pero obligatorio durante una larga estancia en un país extranjero.

Y como no sólo de fiestas vive el hombre y algo de mundo habría que ver, con más ganas de penar que de otra cosa, cogimos la mochila y nos plantamos en un crucero de Hurtigruten. Ese es el nombre que recibe la línea de barcos que rodea la costa noruega prácticamente en su totalidad. ¿Nuestro destino? Tromsø, en la mismísima Laponia Noruega, bastante más allá del Círculo Polar Ártico. Lo que se dice salir un momento a por tabaco.Y nosotros creyendo que Bergen era el culo del mundo...

La idea era hacer unos 1800 kilómetros durante cuatro días en ese barco, haciendo cortas paradas en las ciudades costeras más importantes. Lógicamente, la suma de factores "estudiantes", "beca Erasmus" y "Noruega" ya bastante nos permitía con poder comprar el ticket para el barco. "Camarote propio" eran palabras mayores con las que no podíamos tratar. Por tanto, esos cuatro días, con sus cuatro noches, teníamos que pasarlos en las zonas comunes. Esto, para un español, significa habituar (con habituar quiero decir "llenar de ropa y de mierda") un lugar pensado para todo el mundo y hacerlo suyo. El lugar escogido fue la biblioteca del barco. Moqueta, sofá, sillones, televisión, mesas para desparramar los ibéricos, ... sonaba de miedo para convertirlo en nuestra suite presidencial.

Y así fue durante los dos primeros días hasta que algún guiri jubilado (¡recuerdos a Encarni!), en su afán por romper con nuestra filosofía "Hakuna Matata", se quejó a los trabajadores del barco... obligándonos así a recoger el tinglado y convertirnos en nómadas de los siete pisos del MS Polarlys. Durante este viaje pudimos comprobar, aparte de la belleza de la costa noruega, la cantidad de horas que puede dormir un ser humano cuando se aburre. Y también las gilipolleces que puede hacer un español con los hits veraniegos de su país, tales como "La Macarena" (-Du yu jaf de macarena? -Of curs!) y "el Aserejé".

Ålesund


De esta manera, pasando por Ålesund, Molde, Trondheim y Bodø (también llamada la ciudad más fea del mundo), y cruzando el Círculo Polar Ártico, llegamos a Tromsø. 

Aún siendo la séptima mayor ciudad de Noruega, no deja de ser un pueblito situado en una isla. Muy, muy digno de visitar pero un lugar muy difícil para vivir en él. Finales de Marzo y la nieve aún llega por las rodillas.

Allá repartiríamos el tiempo pasando la primera noche en un hostal y las dos siguientes en una cabaña de madera en un camping a las afueras. Lo acordado era alquilar un coche para ver la zona durante el día e intentar hacernos con alguna Aurora Boreal por la noche.

Tromsø

Artic Cathedral


Un entorno la hostia de bonico precioso para conducir por sus carreteras. Carreteras que, por cierto, están fenomenalmente bien conservadas a pesar del nivel de nieve. Toda una mañana conduciendo por la isla de Kvaløya no tiene precio. Paisajes polares que recuerdan a los anuncios de Licor del Polo, uno de los aires más puros que puedas respirar y un puñado de canciones en los altavoces. Suficiente para dar rienda suelta al disfrute de los sentidos.



(Fotos de Patricia)

Mientras tanto, por las noches llevamos a cabo nuestra búsqueda desbocada de auroras por las carreteras de Kvaløya. La primera noche no hubo suerte por las condiciones del cielo, demasiadas nubes. La segunda volvimos a probar suerte, el cielo había despejado. Aparcamos en un claro y esperamos a que algo apareciese por allá arriba. Entonces...
"Oye, que si os interesa salir del coche para ver las auroras boreales que se están formando ahí detrás..." 
Y, bueno, ya sabéis aquello que dicen de que una imagen vale más que mil palabras:

Northern Lights

Northern Lights

Northern Lights

Con un puñado de auroras en la tarjeta de memoria y la experiencia de los -15º C en el cuerpo, volvimos más que conformes y realizados a la tierra del "ya no tan frío".

No hace falta ser muy ingenioso para imaginar lo que vino después. Por supuesto, más fiesta. Tal vez un poco más de puteo académicamente hablando. El retorno de Anna, alguna que otra tarta de cumpleaños y el paso de la nieve al verde.

Ya en Abril he tenido la suerte de pasar unos días con colegas de Puertollano y de Asturias. Un placer haber compartido un cacho de andadura en este Erasmus junto a ellos y de haber descubierto un poco más de Bergen con su compañía. Gracias.






Y hasta esta madrugada de insomnio (puto café) eso viene siendo, en un vano esfuerzo de resumirlo a mi manera, lo que ha acontecido por aquí.

¿Planes de aquí al final? Básicamente intentar hacer lo más llevadero posible el proyecto de Software Engineering, que ahora ocupa un gran lugar en mi mente pero no en mi tiempo ya que no tengo ni idea; tratar de escribir más asiduamente por aquí; ver a Bob Dylan en el Bergensus Festning (lo siento, tenía que decirlo); sacarle el jugo a lo que me queda en este país tan jodidamente maravilloso y tan jodidamente caro; y, sobre todo, intentar disfrutar del agua helada y de todos los atardeceres que pueda en Troldhaugen:

Panoramic Troldhaugen


Abrazos a Puertollano, Asturias y a todo el que comparte mis días, mejores o peores, por aquí.

Soundtrack | Every Picture Tells A Story - Rod Stewart

2 comentarios:

Juan dijo...

Emilio!!

Una pena que te quede ya tan poco, pero mira el lado bueno, volverás a un clima no tan polar.

Disfruta de los dos peazo meses que te quedan, que aun hay mucho tiempo y muchas cosas que puedes hacer.

Venga chato, en un par de meses nos vemos con el calorcito/bochorno del verano en La Mancha

Ismael dijo...

Ese es el pensamiento, cada foto te cuenta una historia, como si dispararan un video en 8mm que pasa a mil por hora por tu cabeza... pero no es el blog, no son las fotos, ni los nuevos contactos, ni las cervezas, ni los aprobados... es todo lo vivido allí, cada sentimiento, los paisajes que has visto, los retos superados y también los que quedan pendientes. Por suerte la maleta en la que los llevas no la tienes que enseñar en aduanas ni pagar sobrepeso por ella asi que sigue empacando ahí todo lo que puedas!

Publicar un comentario

 
Free counter and web stats