lunes, 9 de agosto de 2010

¡Qué hermosa eres, Bergen!


Seguimos vivos. Han sido tres (¿o cuatro?) días frenéticos. Resumiendo, aunque no lo parezca:

Como caídos del cielo llegamos a Bergen... Desde la ventanilla del avión ya se nos presentó el primer vistazo a los fiordos dejándonos los asientos llenos de babas.

Tras aterrizar y hacer una recomendada y muy buena visita al Dutty Free del aeropuerto de Bergen, enganchamos el primer maxi-taxi que vemos, sufriendo la primera de muchas clavadas, o más bien timo, en Noruega (aunque el taxista nos hizo sentir como en casa poniendo a los Gipsy Kings) y llegamos a Fantoft.

Fantoft es ese lugar en el que, si eres tan gañán como yo, tras conocer a tu vecinovietnamitamásterenmedicina (Kim, para los amigos), te darás cuenta de que tu nivel de inglés anda bajo límites insospechados pero estás en el mejor sitio para solucionarlo. Es también un buen lugar para descubrir los múltiples usos que pueden poseer la lejía y el amoníaco.

Y fiesta, Fantoft es fiesta y buen rollo acojonante. En la primera noche ya comienzas a probar el sabor que tendrá el resto del curso... y puedo asegurar que es un sabor muy intenso y dulce de primeras, aunque hay resaca. También es deporte: pachanga Alemanes vs. Españoles, obteniendo como resultado una dura venganza; y un impresionante running con Álvaro por un fiordo/lago. Es un buen lugar, también, para que Paco busque y encuentre flamenco y guitarra (al fin), y para hacer una interminable lista de frikadas en Youtube.

Es obligación dar un diez para los veteranos por lo que aguantan y las horas que echan informándonos de todo. Gracias a ellos hemos aprendido, o eso creemos, las más duras técnicas de supervivencia en Bergen si no queremos vivir comiendo en IKEA, el único sitio en el que puedes comer por menos de 3 € pero que además está a tomar por culo algo lejos.

En cuanto a los noruegos, muy respetuosos y corteses ellos... y ellas, que no tienen inconveniente en darte su copa de 120 coronas (18 €) llena. Tampoco les da pudor irse del local habiéndose bebido sólo media cerveza. Menudas melopeas andantes, y sin gastar una sola corona... Aunque no acabo de acostumbrarme a eso de ver el sol a las 4:30 de la mañana.




Y Bergen, increíble, preciosa.. Digna del esfuerzo de acercarse al centro única y exclusivamente para fotografiar. Aunque pueden traicionar mucho las nubes. Ayer salimos a hacerlo y a explorar unos "cuantos" españoles, un alemán y un italiano. Los españoles conformamos un 40% de Fantoft. Sólo en 5 plantas somos 25, lo cual tiene su lado bueno y su lado malo. Habrá que ir exprimiendo los buenos y parcheando los malos.

De momento ya hemos fabricado vino tinto. Unas 3 semanas con los mimos y cuidados de Paco en su habitación y ya habrá fermentado. Estará listo entonces para embriagarnos bien "embriagaos".

Por cierto, tenemos mascota. Se trata de Roger "the rabbit", un conejo que se caga por Fantoft, en especial en la habitación de Javi. En verdad se comporta como un perro cagón. Lleva tres años en la residencia y pronto se despedirá de nosotros para marchar a una ONG. "Save the Rabbits", imagino.

En fin, breve y desordenadamente, eso es más o menos lo que sucede por aquí. Publicaré algo en cuanto consiga comunicarme correctamente en inglés... Bueno, mejor no he dicho nada. Hasta pronto.

2 comentarios:

Jonathan dijo...

¡Madre mía! Si llevas unos cuantos días, ¡y ya estás viviendo un montón de experiencias! ¡Y las que te quedan!
¡Disfruta! :)

Keka dijo...

Madre mia...bien habrán notado los noruegos que has llegado :P
Digo yo que los problemas de comunicación en un par de semana, por pura supervivencia, los perderás...
Y por dios, dejar quietos la lejía y el amoniaco, que todavía la liais...
Pórtate bien pequeño :)

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